miércoles, 23 de enero de 2008

Los problemas se solucionan encarandolos y llegando hasta el fondo de la cuestión es la única manera de dar con la solución idonea al problema. Pero lo típico es tomar la decisión fácil, defender la posición en la que se está sin escuchar a la otra parte. Pero de este modo jamás se solucionará un problema y este se mantendrá ahí, quizá se mantenga escondido por un tiempo, pero finalmente volverá a aparecer, probablemente con mucha más fuerza de la que un día tuvo. Por eso, y a pesar de que el problema pueda ser bastante espinoso, tendremos que pincharnos con las espinas, herirnos, dañarnos, llorar hasta llegar realmente al fondo de la cuestión. Será algo muy duro, no lo niego, pero este sera el único modo de poder dar carpetazo al asunto, sino las espinas crecerán y se afilarán, y se mantendrán al acecho, esperando su oportunidad.

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