sábado, 21 de junio de 2008

EL QUE CALLA OTORGA

Es increible que en los tiempos que corren un país que se autodenomina democrático siga utilizando las torturas a los presos y la represión como vía para controlar a la sociedad. La policía ejecuta mientras que el gobierno con su silencio cómplice secunda y apoya estas actuaciones a pesar de que luego las nieguen y traten de defender lo indefendible. Pero a nosotros no nos engañan. Ni nos amedrentan. Porque si quieren guerra la tendrán, si buscan problemas los encontrarán, si emplean la violencia nosotros alzaremos más alto nuestro puño y no dudaremos en oprimir al opresor. Para los que aun creen las mentiras de los opresores aquí tenéis como hasta el último mono sabe lo que pasa de sobra:
Hace unos pocos años, en el Parlamento Israelí se aprobó una ley que legalizaba determinadas modalidades de tortura contra l@s palestin@s. En la rueda de prensa para su presentación, el ministro del area al que le correspondía dar explicaciones del gobierno israelí del momento, fue abordado por una periodista española, sobre el cómo un Estado que se consideraba así mismo democrático, podía aprobar una ley que legalizaba determinados tipos de tortura. El ministro en cuestión, sin dudarlo un instante, contestó a la periodista que si en el Estado de Israel, tuvieran un cuerpo policial que pudiera actuar con la impunidad con la que lo hacía la Guardia Civil en España secundada por el gobierno, no les harían falta esas leyes.

No hubo más preguntas por parte de la periodista española.

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