domingo, 10 de febrero de 2008

INCIDENTES EN BILBO

Momentos de tensión y graves incidentes los que se han vivido hoy en Bilbo traducidos en varios detenidos, heridos, importantes desperfectos... Sería un error quedarnos en esto que ha sucedido y estimo nétamente oportuno pensar en las causas que llevan a estos desafortunados hechos. Todo comienza con la lamentable decisión adoptada por Garzón mediante la cual volveremos a ser silenciados alrededor de 150.000 ciudadanos en las próximas elecciones. Ante esta desastrosa y antidemocrática situación se prepara una manifestación que de nuevo Garzón prohibe sin dudar por un momento en vulnerar derechos básicos como la libertad de reunión y de expresión y utilizando la justicia como un vulgar instrumento más de la política que llevan a cabo los 2 partidos mayoritarios en el estado. La ertzaintza recibe ordenes de que se frene cualquier posibilidad de reunión por las calles de Bilbo para lo cual no dudan en cargar y utilizar la fuerza, en muchos casos de forma indiscriminada. Es por todo esto por lo que me niego a aceptar que la mayoría de medios de comunicación y políticos solo digan medias verdades. Lo sucedido hoy son hechos que jamás deberían de suceder en una sociedad avanzada y moderna como es la nuestra, pero son hechos que se me antojan simples anécdotas ante la vergonzosa persecución que Euskal Herria está sufriendo constatemente. Y es que como bien dice el refrán, quien siembra vientos recoge tempestades.

1 comentario:

Josu Naveda dijo...

Nada es blanco ni es negro, aquí todos tienen su parte de culpa. Unos por impedir que el pueblo exprese sus ideas y los otros por tomarse la justicia por su cuenta. Me gustaría pillar a los responsables de ambas partes y meterles un par de tortazos, a ver si espabilan.

Me parece excesivo ordenar la carga policial contra un grupo de gente que lo único que hace es defender su derecho a la libertad de expresión, como también me parece excesivo el uso de barricadas y quema de contenedores cuando lo único que consiguen es empeorar la situación.

Un par de ostias a unos y a otros (a los de arriba, los que parten el turrón) les vendrían de perlas.