DE FARRA X DURANGO

Si en todo lo ancho de Euskal Herria existe un pueblo increible (Noja exenta por no pertenecer a Euskal Herria aunque también sea un pueblo exagerado) ese es Durango. No estaba allí desde las jaias de Durango, valga la redundancia, que son si no me confundo en iraila. Pues bien, ayer volví a rendirle visita escoltado por Gorka y por Alvar que fueron precisamente los que me acompañaban y la farra que nos echamos será sin duda muy dificil de olvidar, al menos para mi. Tanto fue así, que a la hora de marcharse practicamente me tuvieron que arrastrar fuera del bar porque lo último que en ese momento quería era marcharme de aquel paraiso. Pero bueno, me quedo con esos litros en aquella plaza, los pacharanes que sabían a gloria acompañados de gran música herrikoan, mi gran dominio del euskera para manejarme por allí y como no los bailoteos por allí con las chavalas que madre mía, bendito Durango y como las quiere a algunas dios que vaya pasada de cuerpitos que las da. Durango, HASTA MUY PRONTO.